«Este es un cuento de miedo: trata de un pueblo, de un ogronte y de una nena. El ogronte no tenía nombre, pero la nena, sí: algunos la llamaban Irenita y yo la llamo a mi modo: Irulana».
Un ogronte temido por todos. Una nena valiente que se anima a enfrentarlo. Un pueblo entero arrugado del miedo. Una historia de valentía y coraje. Un clásico indiscutido de la literatura infantil argentina de la gran Graciela Montes, con dibujos de Virginia Piñón.