Algunas mañanas mi abuelo y yo salimos de la casa sobre la vereda caen las hojas como estrellas de los árboles o del cielo por las dudas pedimos un deseo. Al igual que en otras propuestas de la autora, Escudero invita a niños y grandes a mirar el mundo desde la simpleza de las palabras hechas poesías. Un libro colmado de observaciones cotidianas, de emociones que se guardan en el bolsillo y se sacan -de vez en cuando- para volver a sonreír.